Índice
- Palabras
Basta el presente
¿Por qué sufrir por un pasado que no se puede cambiar?
Basta atesorar los recuerdos positivos del ayer para encontrar felicidad.
¿Por qué desanimarse por un futuro que no se sabe si llegará?
Basta dar todo lo mejor en el presente para crear un mañana mejor.
¿Por qué angustiarse si lo anhelado para ser feliz no está en el presente?
Basta soñar que algún día llegará, porque todo el que busca, encuentra; y el que pide, recibe. Basta esperar con paciencia lo deseado, sin dejar de disfrutar la vida, porque en ella siempre hay algo que agradecer. Basta entender que al buscar y aceptar el presente todo lo necesario será añadido.
¿Por qué preocuparse por escenarios idealizados y caóticos haciendo suposiciones?
Basta tener fe, emitir energías positivas, porque lo que tenga que ocurrir, ocurrirá, solo se puede cambiar la actitud al hacerle frente.
Basta vivir el presente con amor y optimismo.
Desaprender y despertar
La verdad del amor
Distraídos en el mundo,
no sabemos amar.
Confundidos por las riquezas,
el amor queda atrás.
Obsesionados por el éxito,
no entendemos qué es amar.
El amor poco o mucho
es siempre de verdad.
La pasión termina,
el amor prevalece,
es infinito.
Si el amor termina
nunca existió.
Bendecidas las madres
que saben amar sin advertir,
sin pedir, sin comprender,
su añadida capacidad de amar.
El amor de madre,
puro, desinteresado, sublime,
el mejor ejemplo del amor que un día, al evolucionar,
existirá entre todos los seres humanos por igual.
Ese día la verdad del amor saldrá a la luz
y brillará por la eternidad...
Sintonía cósmica
Vivencias extraordinarias,
conexiones mágicas,
en el momento preciso,
con las personas perfectas,
en concordancia ideal,
es sintonía cósmica.
El cosmos es testigo,
las circunstancias se presentan
en el tiempo oportuno,
cuando el equilibrio es acertado.
Si la mente sueña, anhela, desea,
tarde o temprano llega.
Ten la virtud de saber esperar
la sintonía cósmica en tu vida.
Palabras
Amo las palabras que surgen inspiradas en la naturaleza:
en la infinidad de estrellas,
en la luna y el sol,
en el verde del campo,
en los colores del cielo,
en el sonido del agua,
en la lluvia al caer,
en las olas del mar…
Amo las palabras que conllevan realidades. Que descubren ciencias, arte, intuiciones, deducciones, conocimientos...
Palabras que me permiten describir mis ideas, compartir lo que soy, revelar mi autenticidad...
Palabras que comparten vidas, biografías, anécdotas, identidades. Que me ayudan a descifrar opiniones, propósitos, intenciones, deseos...
Palabras que construyen que ayudan que edifican que promueven que alientan que curan que sanan que aportan que motivan que apoyan…
Palabras humildes, que buscan grandezas del alma, del corazón; que no ansían retribuciones efímeras. Palabras que se transforman en invaluables tesoros.
Amo escribir palabras por inspiración por intuición por afición por gusto por necesidad espiritual... No por interés, por necesidad material.
A las palabras no se las lleva el viento, las palabras perduran, causan efectos. Amo las palabras positivas, que llenan el alma de paz. Amo el silencio y su ausencia de palabras negativas, que no emanan paz.
Amo las palabras que tienen vida: nacen de los sentimientos, de la sinceridad, de las virtudes; crecen cuando llegan a su destino y son leídas; florecen y dan fruto cuando producen sensaciones, emociones, conmociones, pasiones...
Amo que las palabras lleguen a su destino, den fruto y vivan en los corazones.
Las palabras que no son leídas por quien las inspiró, son como estrellas sin luz; y como estrellas sin luz, poco a poco mueren.
Me encantó este poema, querida Mary!!! Será por nuestro mutuo amor por el lenguaje, por la palabra. Felicitaciones!
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